¿Para qué tipos de ansiedad sirve el cannabidiol?

¿Para qué tipos de ansiedad sirve el cannabidiol?

Vivimos en tiempos donde la salud mental cada día es más frágil. Los niveles de ansiedad se han incrementado drásticamente en los últimos años y la pandemia por COVID-19 fue el trampolín para esto. Afortunadamente, estamos en una era de transición, donde muchas personas acceden a tratamientos médicos y psicológicos para reducir la ansiedad (y ya no todos creen que ir al psiquiatra es para “locos”). En los últimos años, el uso de cannabis medicinal ha adquirido popularidad como opción terapéutica para reducir la ansiedad, pero ¿qué debemos saber al respecto?

La planta de cannabis tiene más de 100 moléculas químicas llamadas cannabinoides. Dentro de estos, los más utilizados en medicina son el tetrahidrocannabinol (THC) a dosis bajas no psicoactivas y el cannabidiol (CBD). Éste último, es el más conocido en los ámbitos de la neuropsiquiatría, ya que no produce efectos de intoxicación y ha demostrado tener un perfil seguro en niños (p.ej. con epilepsia refractaria), adultos jóvenes y mayores.

En el área de la salud mental, se habla constantemente que el CBD tiene propiedades ansiolíticas, es decir, que reduce los niveles de ansiedad. Sin embargo, la palabra ansiedad es muy inespecífica, ya que corresponde a un estado afectivo que puede ser normal o anormal. Por ejemplo, ante cualquier situación amenazante, lo normal es sentir inquietud, desasosiego, palpitaciones, sudoración, ganas de salir corriendo e incremento en la frecuencia respiratoria. Si nos van a robar o nos va a morder un perro, lo habitual sería experimentar esas sensaciones. Sin embargo, algunas personas podrían sentir ansiedad severa e incapacitante ante situaciones que no son amenazantes o tener respuestas emocionales desproporcionadas ante estímulos triviales. Los pensamientos se tornan catastróficos, hay preocupaciones multi-temáticas, miedo a perder la cordura, sensación de muerte inminente, se afecta la calidad del sueño, hay cambios en el apetito, las palpitaciones son constantes y el desasosiego invade la cotidianidad hasta generar un sufrimiento emocional que deteriora la calidad de vida. En este contexto hablamos de ansiedad anormal.

Por eso, frente a la ansiedad es importante preguntarnos: ¿Lo que estoy sintiendo es normal o anormal? ¿Estoy expuesto ante una situación realmente amenazante o no? ¿Es mi ansiedad proporcional a la amenaza o la siento desbordada? Si hemos detectado que la ansiedad que sentimos es normal, pues simplemente ¡NO necesitamos medicamentos, ni siquiera cannabidiol! En este caso, lo que debemos hacer es aprender a manejar mejor el estrés con hábitos de vida saludables como: actividad física regular, meditación, técnicas de respiración diafragmática, mindfulness, yoga, hidratación y dieta mediterránea.

Sin embargo, si concluimos que la ansiedad que estamos experimentando es anormal, es fundamental buscar ayuda con un especialista en salud mental (psicólogo clínico o psiquiatra). Existen diferentes condiciones médicas en las cuales podríamos encontrar niveles anormales de ansiedad, por ejemplo, personas con crisis de pánico, fobias, trastornos adaptativos, estrés postraumático, trastornos de ansiedad generalizada y síntomas obsesivo-compulsivos, entre otros. Los tratamientos habituales para la ansiedad anormal, generalmente se realizan con psicoterapia y medicamentos ansiolíticos/antidepresivos. En este contexto, la pregunta que surge es: ¿Para qué tipos de ansiedad sirve el CBD y cuándo debemos usarlo?

Los estudios publicados en revistas científicas, muestran que el CBD reduce de manera significativa los niveles de ansiedad en personas que tienen trastorno de ansiedad social (antiguamente llamado fobia social). Esta condición se caracteriza porque la persona experimenta, ante situaciones de exposición social, palpitaciones, inquietud, temblor, sudoración, rubicundez facial, miedo a ser humillado en público o escudriñado por los asistentes, generando un alto nivel de temor y evitación a situaciones que impliquen exhibición social.

Con la administración de aprox. 300 mg de CBD, 30-60 minutos antes de la exposición social, los sujetos parecen experimentar una reducción muy importante en la ansiedad anticipatoria y durante el momento de hablar en público. Esto, por supuesto, se acompaña de una mejoría en la calidad de vida. Este hallazgo, también se ha documentado en adolescentes que tienen ansiedad social y alto riesgo de psicosis.

En las personas que tienen ansiedad como síntoma asociado a dolor crónico, enfermedad de Parkinson, epilepsia y/o demencias, también se han evidenciado ciertos beneficios ansiolíticos con el uso de CBD como coadyuvante. Y esta última palabra es fundamental para entender el uso de CBD en algunas condiciones médicas. Rara vez se utiliza el CBD como primera opción o en monoterapia, es decir, si una persona tiene un problema de ansiedad anormal, es muy probable que utilicemos como primera opción medicamentos ansiolíticos/antidepresivos que se saben, por estudios científicos de alta calidad, tienen una mayor eficacia para controlar los síntomas. ¿Por qué escogemos esta opción?, porque siempre intentamos reducir el sufrimiento del paciente lo más rápido y eficazmente posible. El CBD, desafortunadamente, no es suficientemente potente, por sí solo, para mitigar una crisis de pánico o tratar exitosamente un trastorno de ansiedad severo. Generalmente funciona bien cuando se integra al tratamiento convencional de base, es decir, cuando se utiliza como coadyuvante (medicación convencional + CBD). Existe una excepción a esta regla y es que, en casos de ansiedad anormal de intensidad leve podría utilizarse con cierta prudencia como primera opción, si la persona definitivamente no quiere tomar psicofármacos y complementa su tratamiento con psicoterapia y hábitos de vida saludables, de lo contrario será una pérdida de dinero y tiempo.

Debemos tener muy presente que, los estudios que se han realizado hasta el momento con CBD en personas con ansiedad anormal, son con grupos pequeños y muchas veces no han sido comparados con placebo. Por tanto, debemos interpretar esta información con cautela, ya que la calidad metodológica podría ser cuestionable. Esta es la raíz por la cual muchos médicos son escépticos con el uso de cannabis en condiciones que afecten la salud mental.

Un punto adicional a tener en cuenta es que, aunque el CBD se extraiga de una planta, y se considere “natural”, no es inocuo. Se sabe que el CBD puede tener efectos adversos como diarrea, boca seca, mareo, fatiga y dolor de cabeza, entre otros. Además, a nivel hepático puede interactuar con diferentes medicamentos, que eventualmente podrían ser peligrosos (p.ej. con anticoagulantes como la warfarina).

Mi recomendación es que si quieren utilizar CBD para reducir los niveles de ansiedad anormal, es importante que no se automediquen y consulten un psiquiatra con entrenamiento en cannabis medicinal antes de tomarlo, ya que lo más importante es hacer un buen diagnóstico, escoger un producto de calidad y brindar seguridad en términos de interacciones y efectos adversos, para que la medicación sea, en lo posible, lo más segura y eficaz.

Referencias.

  1. Bergamaschi MM, Queiroz RHC, Chagas MHN, de Oliveira DCG, De Martinis BS, Kapczinski F, Quevedo J, Roesler R, Schröder N, Nardi AE, Martín‐ Santos R, Hallak JEC, Zuardi AW, Crippa JAS. Cannabidiol reduces the anxiety induced by simulated public speaking in treatment‐naïve social phobia patients. Neuropsychopharmacology. 2011;36(6):1219– 26. https://doi.org/10.1038/npp.2011.6.
  2. Rapin, L., Gamaoun, R., El Hage, C. et al. Cannabidiol use and effectiveness: real-world evidence from a Canadian medical cannabis clinic. J Cannabis Res 3, 19 (2021). https://doi.org/10.1186/s42238-021-00078-w

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